HISTORIA
En 1923, el Dr. Vicente Álvarez-Villamil adquirió la finca "Bernabeleva", en San Martín de Valdeiglesias, Madrid, al pie del Cerro de Guisando, junto al Arroyo del Tórtolas, en el límite, pleno de resonancias, de dos provincias romanas: la Lusitania y la Tarraconense.
Durante décadas, sus herederos hemos cuidado con cariño las viejas cepas que él plantó, con la aspiración de llegar algún día a hacer vinos honestos, de calidad.
FILOSOFÍA
En Bernabeleva trabajamos las viñas con respeto y en equilibrio con la naturaleza, sin buscar ni colocarnos etiquetas. Los vinos, elaborados a partir de variedades autóctonas, están marcados por las diferencias de orientación, vegetación, altitud y suelo de cada paraje. En la bodega procuramos mantener las virtudes de la materia prima que nos da la viña.
Nuestros vinos expresan las características del entorno en el que se encuentran. Nuestra viticultura es respetuosa con el medio ambiente, pues entendemos que no existe otra manera de trabajar.
EL LOGOTIPO
Nuestro logotipo representa a la diosa de la caza, a la que se dedicaban los bosques en la Antigüedad, acompañada de un oso, en un rito de exaltación del vino. La dedicación de un bosque a la diosa se indicaba en culturas prerromanas con la huella de un oso en la corteza de un árbol o en algo más perdurable, como atestigua la cercana Piedra Escrita de Cenicientos.
Bernabeleva significa literalmente la ruta del oso, donde vive el oso, junto al oso. Los cercanos Toros de Guisando, osos, toros o verracos, y la antigua fotografía de Luisa, la hija del doctor, en su particular rapto de Europa son algunas de nuestras referencias.